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Sí. Actualmente existe la posibilidad de recibir un reembolso de la cantidad que pagas por las consultas en un Centro Psicológico privado. En el caso de psicología infantil a través de muchos de los Seguros Escolares que pueden reembolsar hasta el 100%. Y en psicología para adultos, a través de Seguros Médicos que tengan estipulada la devolución de gastos de asistencia sanitaria por profesionales y centros, aunque no estén incluidos en su cuadro de especialistas. En algunos casos el reembolso puede llegar al 80% ó 100% de los importes.

Para sentirte mejor ante una situación difícil, compleja o que lleva mucho tiempo produciéndose y que no sabes cómo cambiarla, o que sabes cómo cambiarla, pero no puedes hacerlo o no te atreves a hacerlo. Es habitual que, en algunos momentos de la vida, se nos cruce una situación particularmente difícil de superar y pidamos asistencia a las personas en las que más confiamos para que nos ayuden a seguir adelante. Sin embargo, esto no suele ser suficiente, tanto porque nos podemos sentir incómodos o porque no queremos molestar o “cargar” más a los que queremos.

Una mirada objetiva y compresiva de la situación hace que el malestar pueda tener un entendimiento diferente, y por ello producir alternativas que no fueron consideradas individualmente. Un psicólogo es un profesional que pone a disposición de las personas la posibilidad tangible de cambio, un cambio hacia el bienestar y con el fin más importante de que la persona pueda vivir alineado con sus valores y metas. ¿Vives coherentemente según tus valores y metas?

La terapia psicológica es el nombre que se le da al proceso de cambio personal y conductual llevado a través de un profesional (o varios) de la psicología con la finalidad de conseguir vivir coherentemente con los valores y metas personales, y conseguir un alivio en un malestar psicológico o psicosomático.

Cuando una persona comienza una terapia, empieza a desarrollar herramientas que le permitirán producir el cambio esperado. No es fácil, no basta con ir a las sesiones de terapia. Se requiere un trabajo personal por parte del cliente, tanto durante las sesiones como entre las sesiones (“trabajo para casa”). La terapia psicológica es un tratamiento científicamente comprobado en su eficacia y tiene una consideración muy importante en el mundo contemporáneo, sobre todo en lo que se refiere a las ciencias de la salud en general.

La terapia psicológica consiste en una serie de pasos donde la persona y el profesional se ponen de acuerdo para realizar el cambio (acuerdo de objetivos terapéuticos). Es una especie de contrato que pone en evidencia este deseo de cambio de la persona y el compromiso profesional del terapeuta para llevar a cabo este proceso. Existe por tanto un compromiso de las dos partes y, aunque el esfuerzo pueda ser considerable, la persona se ve recompensada en cuanto la mejora comienza a sentirse. Se suele establecer un número de sesiones, normalmente 10, aunque puede ser menor según el caso, para realizar una nueva valoración del curso de la terapia psicológica.

Dependiendo del caso, las sesiones de terapia se realizan una vez a la semana y duran una hora si es individual, y de hora y media si es terapia de pareja.

Soy psicólogo especialista en ansiedad, estrés y depresión, y desde esta especialidad trabajo con todo tipo de personas (personas mayores, adultos, adolescentes y niños). Por tanto, doy respuesta y resuelvo con diferentes estrategias y técnicas, las dificultades que existen en la vida del niño y de la familia y que están interfiriendo en el bienestar común, viéndose alterada algún área de la vida (social, familiar, escolar, salud, etc.).

PIDE CONSULTA

Los padres o tutores deben estar atentos a la adaptación del niño/adolecente y a signos de alarma que nos hagan pensar que algo no va bien, ya sea por defecto o por exceso en los comportamientos del niño/adolescente. Se debe ir a consulta de un psicólogo cuando:

  • El niño es tan pequeño que no es consciente de su malestar o no tiene capacidad de expresarlo.
  • Adolescente que sabe que “algo pasa” pero que se niega a ser ayudado.
  • El niño que manifiesta explícitamente que necesita ayuda.

Otros padres acuden a terapia para asegurarse de que las pautas educacionales que siguen son las correctas y para aprender una manera más eficaz de relacionarse con sus hijos en su interacción familiar.

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

Problemas de conducta. Agresividad, rabietas, desobediencia…

Celos o problemas entre hermanos.

Trastornos de ansiedad, obsesiones, miedos, tics…

Depresión, bajo estado de ánimo, baja autoestima…

Problemas relacionados con la alimentación o el sueño.

Enuresis, encopresis (problema con el control de esfínteres).

Déficit en habilidades sociales.

Problemas relacionados con el colegio: ansiedad ante los exámenes, dificultades de aprendizaje, bajo rendimiento escolar, falta de hábito de estudio, fobia social, bullying, etc.

En un primer momento, se procede a hacer una evaluación de la situación, se recoge información analizando diferentes aspectos de la vida del menor y de la familia. También se identifican los puntos fuertes para mantenerlos y potenciarlos, e incorporarlos al tratamiento para así ayudar a un buen proceso terapéutico.

Tras esta recogida de información, se llevará a cabo una sesión de devolución de información, en la cual se hace un planteamiento sobre cómo ha podido surgir el problema y qué aspectos hacen que se esté manteniendo en este momento. Se hace una propuesta de plan de tratamiento, donde se exponen la manera de afrontar la situación problema, abordarla y superarla.

La terapia infantil es una terapia en la que se trabaja conjuntamente con niño/adolescente y familia. Es muy importante la implicación de todos los miembros de la familia que participen activamente en la educación del menor, ya que es fundamental que haya una misma línea de trabajo y que se aborden los problemas de la misma forma para así conseguir una mayor eficacia.

Es adecuado que se trate el tema con normalidad. Es importante adaptar el vocabulario a la edad del niño utilizando palabras que comprenda.

Es muy importante que el niño sepa que va a ir a un psicólogo y por tanto que entienda qué es un psicólogo. Nunca se mentirá al niño.

Se le explicará que el psicólogo es una persona que les va ayudar a toda la familia para que las cosas mejoren y sentirnos mejor (es bueno que el niño vea que será un trabajo conjunto).

Si el niño es pequeño se le puede decir que en las sesiones hablará con el psicólogo, y además podrá jugar y dibujar.

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